viernes, 8 de octubre de 2010

La Ley de Herodes


El Proyecto de Cine-Debate Cinemateca DeLiberación exhibió el día viernes 8 de octubre el largometraje mexicano La Ley de Herodes” de Luis Estrada en el Anfiteatro Nº1 de la Universidad Nacional de San Luis sito en Ejército de Los Andes Nº950. Este es el primer film de ficción en clave de sátira política. La comedia de Estrada muestra con humor mordaz la corrupción en los círculos de poder del México de la década del ’50 del siglo XX, bajo el dominio déspota y casi perpetuo de un partido, el P.R.I., paradójicamente llamado Partido Revolucionario Institucional. Este film, que fue objeto de censura en su país para evitar su estreno en el año 2000, trasciende los confines del poblado de “San Pedro de los Saguaros” y de las fronteras mexicanas, para convertirse en un reflejo de distintos regímenes instalados en Latinoamérica. Las adaptaciones locales de las relaciones capitalistas de dependencia han estado acompañadas de prácticas clientelísticas, de un uso tiránico y discrecional del poder público, en el que son válidos ingredientes mafiosos e ilícitos. En estos regímenes, sostenidos en el refrán que reza “¡El que no tranza no avanza!”, el Estado es un vehículo crucial para el incremento del patrimonio privado.


Ficha Técnica:
La Ley de Herodes
México, 1999, 120’
Dirección y producción: Luis Estrada
Guión: Luis Estrada, Jaime Sampietro, Vicente Leñero y Fernando León Rodríguez
Fotografía: Norman Christianson
Sonido: Santiago Núñez y Andrés Franco
Edición: Luis Estrada
Música: Santiago Ojeda
Producción: Bandidos Films
Género: Farsa política (Español)
Reparto:
Damián Alcázar: Juan Vargas

Pedro Armendáriz Jr: Lic. Fidel López

Delia Casanova: Rosa de Morales

Juan Carlos Colombo: Lic. Ramírez

Alex Cox: Robert Smith, “el gringo”

Guillermo Gil:El cura Pérez

Ernesto Gómez Cruz:Gobernador Sánchez

Leticia Huijara:Gloria de Vargas

Eduardo López:Rojas: Doctor Morales

Manuel Poncellis: Filemón

Salvador Sánchez: Carlos Pek

Evangelina Sosa: Perlita

Isela Vega: Doña Lupe


Allá lejos, en Macondo...

La Ley de Herodes” es una comedia satírica sobre la corrupción política en México desarrollada bajo el amparo del lema “¡El que no tranza no avanza!”, durante el dominio de omnipresente Partido Revolucionario Institucional. La trama expone una crónica que parte desde la designación de un militante del P.R.I., Juan Vargas, en la Alcaldía del misérrimo pueblo de “San Pedro de los Saguaros”, hasta su conversión en un tirano capaz de todo para perpetuarse en el poder. Sin embargo, este largometraje contiene otra trama oculta sobre la censura por motivos políticos en el cine mexicano. “La Ley de Herodes”, corrió la misma suerte que “La sombra del caudillo” (1960) y “Rojo amanecer” (1989), debido a que aún cuando había sido aprobado el proyecto fílmico, fue objeto luego de un burdo intento de veto por parte de las autoridades cinematográficas mexicanas que frente al desprestigio público debieron dimitir de sus cargos. En la película se sobrevuelan algunos de los temas más controvertidos de la política mexicana: la expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas, la hegemonía partidaria del P.R.I. y los resultados de la Revolución Mexicana. La exposición de estos temas en un film satírico enardecieron a los cultores de la mordaza. El P.R.I. fue la organización política que dominó la escena mexicana desde 1946 hasta 2000 (aunque sus orígenes deben relacionarse con el Partido Nacional Revolucionario, creado en 1929 por Plutarco Elías Calles y que cambió su nombre por Partido Revolucionario Institucional -P.R.I.- en 1946). Todos los presidentes mexicanos desde 1946 (con la asunción de Miguel Alemán) hasta 2000 fueron de este signo político. En las más de siete décadas de hegemonía del P.R.I. (antes P.N.R.), este partido manejó también la mayoría de las gobernaciones y los cargos del Congreso. Las acusaciones de fraude y manejo discrecional de los actos eleccionarios atravesaron la época de dominación “priísta”, a lo que se sumó una creciente escalada de corrupción y la aparición de un entramado político mafioso en el Estado... final verdaderamente paradojal que le cupo al que estaba llamado a ser el partido heredero de la Revolución Mexicana de 1910, que bajo la bandera de la reforma agraria y el “antirreeleccionismo” había desalojado del poder al régimen oligárquico de Porfirio Díaz. 
Sin embargo la problemática planteada en “La Ley de Herodes” no remite tan sólo a la situación particular de UN país: es en buena medida un espejo en el cual podemos mirarnos la mayoría de los países latinoamericanos.
Los “Varguitas” y el P.R.I. del film no existen solamente en México: el capitalismo con sus adaptaciones latinoamericanas ha llegado a replicar estas formas de ejercicio de la dominación hasta en las lejanas tierras de la Punta de los Venados, Rodríguez Saá y Partido Justicialista mediante. El manejo del aparato estatal para usufructo particular por parte de una elite gobernante, y la aparición de nuevas dinastías en el poder, aunque bajo la apariencia de formas de gobierno representativas y republicanas, han sido un fresco impreso sobre el lienzo de la historia latinoamericana.
Ahora bien ¿y cómo puede torcerse el presente y el futuro de estos regímenes políticos? ¿disputándoles el poder? Contra lo que reza el sentido común, no es “el poder que pervierte” el principal escollo, sino la falta de un programa político que contenga como premisas la democratización y la abolición de las desigualdades sociales.

El Negro Manuel Antonio (Fragmento)
El negro Manuel Antonio
abandonó la molienda
se fue pa’ la casa hacienda y
ahora está de mayordomo.
Dicen que está bien malito
que usa sombrero y bastón,
pero todo’ los negrito’
le cantan esta canción:

Negro que mal has quedado
cabeza de borrego pescuezo e’ venao
negro Manuel cómo has cambiado,
no me levantes la voz que está con betún
no me levante el pecho que está con afrecho

Mañana voy a la pampa
montao como buen jinete
ya no agarro más la lampa
ni le doy filo al machete.
Yo soy negro inteligente
así lo dijo el patrón,
yo nací pa’ mandar gente,
no pa’ esclavo ni pa’ peón

Negra que no me trabaje
de cien latigazos la dejo sin traje,
negro que tenga flojera
lo manda a la paila de la jabonera,
negro Manuel cómo has cambiado,
no me levante la voz
y corte la caña y siembre el arroz.
 
El negro Manuel Antonio
fue loco desde pequeño,
hoy cree que es mayordomo,
pero todo ha sido un sueño.
Y cuando se pone el traje,
que le regaló el patrón,
sueña que ya no es esclavo,
y le cantan su canción.
Amparo Ochoa


¿Cuáles fueron las impresiones y sensaciones sobre la proyección de “La Ley de Herodes”?

“Pienso que la realidad de San Luis supera bastante la ficción del film ‘La Ley de Herodes’. Aquí podemos encontrar la mayoría de los ingredientes que se conjugan en la película: perpetuidad de los gobernantes, enriquecimiento ilícito, crímenes sin esclarecer, clientelismo político, educación maltratada, etc., etc..
Creo que es un buen material de discusión y formación ciudadana. Debería tener mayor difusión”. (Docente jubilada)

“La impresión fue como el ‘poder’ puede dominar a una persona hasta dejarlo sin razón alguna, el querer y poder tener más hacen que la buena moral de la persona se le vuelva en su contra y en la de los demás”. (Estudiante)

“Sentí muchas sensaciones, desde dolor hasta risa ¡y pensar que esa es la realidad de Latinoamérica!. Verlo en la película es vernos a nosotros como protagonistas, el vivir a costa del más débil”. (Estudiante)

“Me pareció muy buena, en la misma se puede ver cómo el poder o exceso de poder va corrompiendo al que lo posee”. (Estudiante universitario)

“Muy reflexiva y disparadora de temáticas de discusión”. (Repostera artesanal)

“La mayor sensación que me dejó la película que me impactó por la semejanza que observo en Argentina y en San Luis, fue esa transformación del protagonista que toma el puesto con la esperanza de poder realizar cambios y aportes para la comunidad. Al no tener el apoyo de los demás integrantes de su partido, específicamente de las autoridades, comienza a repetir un modelo de corrupción estando convenido de que con esa forma de gobierno autoritario logrará alcanzar los mismos objetivos originarios”. (Estudiante)

“La sensación de una realidad, me recordó al pasado de nuestro país con respecto al abuso de poder, entre otras cosas”. (Estudiante)

“Refleja claramente lo que está pasando en la actualidad”. (Estudiante)

“¡Excelente, crítica!”. (Docente) 

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